El viernes, 28 de noviembre, se celebró en toda España la IV edición del Día de las Librerías, que este año reivindica el papel de apoyo y vertebración social que realizan este tipo de establecimientos y quienes los regentan.
Bajo el lema “Cómo va a sobrevivir la ignorancia si está rodeada de libros”, se conmemoró este día con el objetivo de convertir la jornada en una gran fiesta de todos los amantes de los libros y la lectura.
En Cantabria no hubo mucha participación a pesar de los descuentos, charlas y talleres que organizaron establecimientos como en la Librería Gil, Tantín y la Librería del Puerto, en Santander y la Librería Campillo en Torrelavega.
El Día de las Librerías pretende reivindicar la validez de este tipo de establecimientos como punto de encuentro donde conocimiento, ocio y entretenimiento están unidos en torno a la figura del librero, un oficio en el que la vocación de servicio es la clave de bóveda.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España había el año pasado 5.556 establecimientos de venta de libros (sin contar grandes cadenas ni centros comerciales). Este segmento de profesionales libreros ha sufrido una gran transformación en los últimos cinco años, con una reducción del número de establecimientos del 21 por ciento.