La Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y la Real Sociedad Menéndez Pelayo (RSMP) estudiarán alternativas para poner en valor la casa museo de Marcelino Menéndez Pelayo, un patrimonio cultural de primer orden que en opinión del presidente de la Sociedad, Borja Rodríguez, sigue siendo un gran desconocido incluso para los ciudadanos cántabros. En la actualidad, la casa museo no puede visitarse al haber finalizado el convenio que se mantenía con el Ayuntamiento de Santander.
El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Fernández Mañanes, acompañado por la directora general de Cultura, Eva Ranea, visitó el edificio guiado por Borja Rodríguez y la vicepresidenta de la RSMP, Raquel Gutiérrez Sebastián. Durante la visita se intercambiaron ideas sobre las posibilidades de promoción cultural del edificio, se informó al consejero de las actividades que la Sociedad desarrolla y también de la próxima celebración de su centenario que se cumplirá este mismo año, entre otras cuestiones.
La casa museo de Menéndez Pelayo se encuentra situada en la calle Gravina, en el antiguo barrio de La Florida, que en el siglo XIX formaba parte del extrarradio de Santander. Es un edificio de estilo afrancesado que fue construido en 1876 y habitado desde entonces por la familia de don Marcelino. La casa, dividida para albergar la sede de la Fundación Gerardo Diego, conserva el dormitorio, el salón, así como muebles y cuadros originales de la familia. Tiene 590 metros cuadrados de superficie repartidos en tres plantas y un jardín de 390 metros cuadrados que son propiedad de la Sociedad Menéndez Pelayo, que la compró en 1927 a la viuda del hermano de Marcelino, Enrique Menéndez Pelayo, gracias a los fondos conseguidos por los derechos de autor de las obras de Menéndez Pelayo.
La casa museo se inauguró el 25 de agosto de 1935 con algunos muebles y enseres dispuestos como se encontraban en 1912, cuando murió Menéndez Pelayo. En la planta baja se encuentra la sala-comedor que tenía funciones de aparador y que albergó desde 1868 los primeros libros de Menéndez Pelayo. En el piso superior se encuentra, entre otras dependencias, la habitación y el despacho de don Marcelino.
En 1956, con motivo del centenario del nacimiento de Menéndez Pelayo, la casa se adecentó evitando el deterioro al que había estado sometida y en 1982 fue declarada Monumento Artístico Nacional junto al edificio de su biblioteca que se encuentra situada enfrente, al otro lado del jardín.
La apertura de la casa museo es uno de los objetivos de la Sociedad Menéndez Pelayo como parte fundamental para la divulgación de esta figura de la intelectualidad española que mantiene vigente el interés de los investigadores nacionales y extranjeros.