Ahogada en llamas, la última novela del santanderino Jesús Ruiz Mantilla, narra la historia de una familia sacudida por dos grandes acontecimientos que asolaron la ciudad de Santander y que afectarían de manera decisiva la vida de sus miembros. Esos dos acontecimientos, marcados por las llamas, son la explosión del vapor Machichaco (1893) y más tarde el gran incendio de 1941.
Con un esmero que algunos críticos han calificado de “galdosiano”, Ruiz Mantilla describe la relación de tres hermanos que mantienen una disputa ante la sombra de un patriarca noble y en donde se añaden dos mujeres fuertes y seductoras que tratan de llevar las riendas familiares. La historia, entre dos siglos, también se envuelve en el esplendor decadente de una monarquía con vicios, los desvelos de intelectuales como Galdós y Menéndez Pelayo, capaces de salvar su amistad pese a las diferencias ideológicas, y una belle époque que fue un espejismo previo a la II República, a la guerra del 36, y a la posguerra.
Los personajes de la saga familiar navegan entre sueños, anhelos, venganzas, y entre el esplendor y la decadencia de la capital cántabra.
Jesús Ruiz Mantilla ha publicado cuatro novelas y el ensayo Placer contra placer. Su primera obra, Los ojos no ven, se adentra en los enigmas del mundo daliniano mediante la obsesión de un tocador de cuadros. En Preludio, cuenta la historia de Leon de Vega, un pianista obsesionado con la obra de Chopin, al tiempo que en Yo, Farinelli, el capón, cuenta la historia del cantante castratto más famoso de todos los tiempos. Con Gordo consiguió el premio Sent Soví de literatura gastronómica en 2005. Es redactor del diario El País y ha sido colaborador del programa de la cadena SER, La ventana, dirigido por Gemma Nierga.