En agosto de este año finalizan las celebraciones del centenario del Colegio Público Marqués de Valdecilla (Medio Cudeyo), el centro educativo más importante de los más de ochenta que fundó, a principios del siglo XX, Ramón Pelayo, el Marqués de Valdecilla. Para resumir la importancia de las “escuelas graduadas” y el perfil de Ramón Pelayo, dos historiadores, un ex director y un ex profesor del centro han escrito ‘Centenario del Colegio Público Marqués de Valdecilla 1912-2012’, un texto muy valioso para entender el contexto educativo cántabro en los inicios del siglo pasado.
Los autores son Andrés Hernández, Ángel Llano, Carmen del Río y Consuelo Soldevilla. Especialmente interesante resulta la lectura del capítulo que Ángel Llano Díaz, gran conocedor de la trayectoria de la pedagogía y las escuelas de Cantabria, titula “Aquellos años…la educación por caridad”. El libro ofrece también una buena oportunidad para conocer con objetividad la vida y obra de Ramón Pelayo, a quien Alfonso XIII convertiría posteriormente en marqués, hombre de carácter emprendedor y altruista, lejos de las críticas (nunca bien documentadas) acerca de la naturaleza de los beneficios obtenidos en su “ingenio” cubano con la zafra de azúcar y su posterior comercialización en la Primera Guerra Mundial. En resumen, una buena ocasión para detenerse a valorar la labor altruista de algunos de los empresarios cántabros más valiosos que, en el caso de Pelayo, fue reiteradamente destacada, incluso por los máximos responsables de la II República. En el Colegio Público Marqués de Valdecilla estudian hoy cerca de 500 alumnos e imparten clase 35 docentes.