Un grupo de poetas y amigos de Julio Sanz Saiz, fallecido el pasado mes de febrero, rindió homenaje al pintor y poeta en el Círculo de Recreo de Torrelavega.
En el acto, que contó con la presencia de varios familiares del artista y de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Torrelavega, Esther Vélez, se destacó en todo momento el entusiasmo creador de Sanz y su dinamismo social y educativo para trasmitirlo a las nuevas generaciones.
La hija del poeta y pintor, América Sanz, fue la encargada de representar a la familia para expresar el agradecimiento del público que llenó el salón del Círculo de Recreo.
Julio Sanz, que fue distinguido con la medalla de oro de Torrelavega en 2015, fue el artífice, impulsor y alma de la ‘Cena de la Poesía’, que se celebraba cada entrada de la primavera para celebrar el acontecimiento, aglutinando a los poetas consagrados y aficionados en una auténtica fiesta literaria. Desde 1955 Julio organizó esta velada creada por los colaboradores de la revista ‘Dobra’ que decidieron, ante su cierre, organizar el acto que se mantuvo durante sesenta años. Precisamente la circunstancia de la llegada de la primavera ha motivado a varios poetas y amigos impulsar esta celebración que se había suspendido en los últimos años debido a la pandemia y que ahora se ha recuperado con el objetivo de rendir homenaje a su creador.
Durante la velada, se recitaron versos de la obra de Julio Sanz o bien poemas dedicados a su persona. Algunas de las voces que se escucharon, gracias a las grabaciones facilitadas por la familia, fueron la de dos grandes poetas amigos de Julio ya fallecidos: Alejandro Gago y Carmen Stella de Vallejo, cuyos hijos también estuvieron presentes
Nacido en el pueblo de Ganzo, Julio Sanz Saiz trabajó en la Mina de Reocín como delineante proyectista, una profesión que compaginó con su actividad como pintor, poeta y escultor. Destacó su implicación con la vida social en Torrelavega, donde estuvo presente de forma constante en actividades de formación y respeto medioambiental, así como en actos culturales, artísticos y sociales durante décadas.
Como pintor fueron numerosas sus exposiciones individuales y colectivas y durante décadas alternó la creación con la enseñanza de la pintura, faceta en la que ha formado a decenas de jóvenes de la comarca del Besaya.
Entre sus obras cabe citar ‘Caminos’ (1957), ‘Los árboles’ (1970), ‘El valle de Cabuérniga y los foramontanos’ (1979), ‘Sonetos de la ciudad’ (1990), ‘Tudanca y el Nansa: evocaciones y paisaje’ (1990), ‘Sonetos del amor ausente’ (1991), ‘Poema a Cantabria’ (1994), ‘Epístolas y Elegías’ (1998), ‘Cantos deportivos’ (2004), ‘Ángeles rotos’ (2006), ‘Cancionero de Cantabria’ (2005), ‘El valle de Torrelavega’, El real valle de Reocín: apuntes de un caminante’ y ‘Los árboles y flores del aire’. También destaca su poema «Testamento», que en 1978 fue el ganador de las Justas Literarias de Reinosa y que fue leído en el homenaje por la organizadora del evento y amiga del poeta homenajeado, Conchita Vidiella.
La trayectoria literaria, artística y humana y su amor a la Naturaleza caracterizaron la trayectoria de Julio Sanz que sobre todo amó a Cantabria y especialmente a la comarca de Torrelavega.