La Casa de Cultura de Torrelavega acogió el acto en memoria del legendario ciclista Victorino Otero, primer español en finalizar el Tour de Francia hace exactamente cien años, junto al catalán Jaime Janer.
Con el título de “Cien años de una odisea”, el acto estuvo organizado por el Museo Vicente Trueba y en él participó su director, Roberto Noriega; el biógrafo de Vicente Trueba, Ángel Neila y el periodista Raúl Gómez Samperio. Los tres intervinientes estuvieron acompañados por uno de los nietos de Victorino, Luis Franco Otero.
Los ponentes ofrecieron diferentes perspectivas de la trayectoria deportiva de Victoriano Otero y, apoyados por diferentes testimonios gráficos, mostraron a los asistentes la dureza del recorrido y las extremas dificultades del Tour en 1924 que Victorino pudo solventar, también gracias a la ayuda del organizador deportivo santanderino, Clemente López-Dóriga que patrocinó al corredor.
Victorino Otero Alonso nació en 1896 en San Andrés de las Puentes (León) y desde los nueve años vivió en Marsella, donde empezó a pedalear y ganar sus primeras carreras. Llegó a Santander en 1918 para cumplir el servicio militar en el Regimiento Valencia. Las autoridades militares le facilitaron el entrenamiento y demostró sus extraordinarias cualidades conquistando a la afición montañesa que le bautizó con el sobrenombre de ‘El Soldado’. Su amigo y mánager, el santanderino Clemente López-Dóriga, fue quien impulsó una campaña para que participara en el Tour recaudando fondos para sufragar la carrera. No pudo conseguirlo en 1923 porque su bicicleta se rompió, pero lo logró al año siguiente.
El Tour de 1924 constaba de quince etapas con 5.500 kilómetros de recorrido por el perímetro de la geografía francesa, partiendo de París hacia la costa atlántica, para ganar los Pirineos y remontar los Alpes por el este y de nuevo terminar en París. El estado de las carreteras, la primitiva y pesada tecnología de las bicicletas, la falta de asistencia técnica y de avituallamiento de la que carecían los dos corredores españoles que participaban como turistas routier, fueron un enorme obstáculo para acabar la carrera.
En la charla también se destacó a tres importantes divulgadores del ciclismo y del deporte en general, ya desaparecidos, que contribuyeron a dar testimonio de las hazañas de Victorino Otero y de otros deportistas, como Rodolfo Do Alto, impulsor de la Asociación de Amigos de Vicente Trueba y del Ciclismo Cántabro; el escritor deportivo Armando González, que fue autor de una reseña sobre Victorino Otero, y el propio Clemente López-Dóriga, personaje fundamental en la historia del ciclismo cántabro y del ciclismo español que fue el creador de la Vuelta Ciclista a España y del que se reclamó un reconocimiento a nivel nacional y regional que en criterio de los participantes en el homenaje no se ha producido, lo que consideraron como una injusticia.